lunes, 28 de abril de 2014

Tallar el texto, dejar lo moral





El artista e ilustrador Antonio Santos nos habló a través de Cézanne sobre la importancia de los procesos en nuestro trabajo más que del resultado final. Hay libros como El león Candinga de Elisa Arguilé ó Emigrantes de Shaun Twan que tienen un proceso de investigación, casting de personajes y dibujos impresionates como para realizar una exposición con ellos, es la mayor riqueza del producto final. 

Cézanne pintaba sobre todas las cosas por la necesidad vital que sentía de hacerlo: a la hora de ilustrar debemos hacer lo que nos gusta, algo en lo que creamos honestamente, no un estilo ó tema que pensemos que se va a vender bien. Antonio Santos dijo: "en la vida como en la ilustración, hay que tener la actitud del pescador: sentarse y esperar a que llegue esa pequeña ó gran editorial capaz de interesarse por algo distinto y apostar por ello". No desanimarnos y confiar en nosotros mismos.

Muy interesante también la comparación del texto de un álbum con un poema en el que hay que tallar el texto hasta quedarnos sólo con su esencia.

 “Hoy me he pasado todo el día corrigiendo. Por la mañana he quitado una coma y por la tarde la he vuelto a poner”. Óscar Wilde.

Algunas referencias que nos dejó son:

Chumy Chumez, Tono y Cesc (integrantes de La Codorniz), Brâncuși, Henry Moore, Juan Berrio y Angela Lago.



Mientras que Gustavo Puerta, aquí su blog nos hizo reflexionar sobre el mercado actual de lis libros en España- que es lo políticamente correcto y lo moral- ¿qué libros quieren los padres? ¿y los niños?

Libros como Pedro Melenas y El señor Korbes se alejan del tipo de álbum aceptado por los padres y la sociedad pero tienen humor, están muy bien hechos y a los niños les encantan.

Super importante la conversación sobre la tercera imagen que crea un buen álbum, ser capaces de crear una imagen/conclusión al espectador que no se encuentre ni en el texto ni en la imagen, utilizando recursos como la elipsis para ello.

Y para tener siempre en cuenta: una historia puede construirse con minúsculas, no tienen por qué ocurrir grandes eventos para hacer un gran álbum, lo importante es cómo explotamos lo mejor de ese suceso, entre otras cosas, teniendo en cuenta a la hora de crear a nuestro personaje que los niños puedan identificarse con él pero a la vez que les aporte otra manera de ver el mundo: abrirles la mente.

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